Jorge Humberto Arellano
Los pasados 15 y 16 de marzo fueron los días designados por la aristocracia del Magisterio Democrático Zacatecano para llevar a cabo su cuarto Congreso de Bases, con la intención de renovar la dirigencia del Comité Seccional de su propiedad y de paso dar unas clases a propios y extraños, de cómo llevar a buen fin un suceso en el que la “transparencia”, “honestidad” y las “prácticas plurales” de conformación de una nueva representación sindical, “ejemplarmente” se deben conducir; en otras palabras, de la forma en que la disidente representación del gremio ha de generar la resistencia organizada de los trabajadores de la educación en contra de las imposiciones estructurales, que aparte de condenar al desempleo y la indigencia a sus integrantes, impedirán las posibilidades de acceso a una vida decorosa a casi todos los sectores de la sociedad del país; exceptuando, por supuesto, a los 35 acaudalados citados por la edición para México de la revista Forbes y alguno que otro político inteligente, de los que hay abundantes ejemplos en el país.
La intentona resultó infructuosa por la falta de trabajo informativo en las diferentes delegaciones sindicales del estado, en las que seguramente se encontrarían dispuestos a participar elementos indeseables para la trayectoria e ideales emanados de los principios de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE). Se trató de garantizar la participación masiva de miembros del magisterio de “impecable trayectoria revolucionaria”, acorde a los designios que las brillantes mentes de la verdadera dirigencia aristocrática y vitalicia concibieron, para evitar las desviaciones que vergonzosamente se han exacerbado con la representación “sindical” afortunadamente ya saliente y que difícilmente será borrada de las páginas de la historia del Movimiento Democrático del Magisterio Zacatecano, por su voracidad. A partir del pasado viernes 15 de marzo y en condiciones no aptas para realizar un evento de tal magnitud, se designó al nuevo líder del Comité Democrático Magisterial de la Sección 34 del SNTE (CDMZ), arrumbando al ahora ex-secretario general en el basurero destinado a quienes han aprovechado las ventajas que su posición ofrece.
En función de la ignominiosa actuación de la cúpula del anterior CDMZ, resulta vergonzosa la participación minoritaria de los maestros en el pasado Congreso de Bases. Originalmente se diseñó la intervención de un delegado efectivo por cada delegación, que en su momento sería acompañado por otros integrantes de su sector sindical para garantizar el carácter masivo de la asamblea, y así demostrar a la clase política del estado lo que la democracia bien entendida puede producir, pero los simpatizantes decidieron no asistir. No más de 100 almas, en su mejor momento, lo que ni siquiera se acerca a una cantidad honorablemente considerada como un quórum representativo.
Posiblemente sean los efectos producidos por los chantajes a las autoridades de la Secretaría de Educación (Seduzac), para beneficio personal, o las denuncias de ganancias ocasionadas por negociaciones con representantes con distintos órganos administrativos estatales. Esos viajes de trabajo a diferentes destinos de la República que reclamaban apoyos a tres o más benefactores forzados, aparte de la Seduzac (documentos a la mano); la ubicación de plazas laborales en lugares preferenciales para familiares y amigos cercanos de los cinco dirigentes de más alto rango dentro de la estructura del comité “sindical”; la falta de atención respetuosa a las demandas de compañeros leales a las ideas de transformación democrática del gremio; la falta de oficio político del ex-secretario general, quien por lo general se maniataba con el “reboso de alguna nagualona”; la verticalidad disfrazada de discusión plena en la toma de decisiones, atestiguada por las bases incautas reunidas para definir objetivos; o tal vez el sentir generalizado de que las acciones tenían fines distintos al interés magisterial, pero la gente no acudió a la convocatoria al Congreso de Bases. El desenlace del evento se dio en uno y no en dos días como estaba programado.
No más pozos y sistemas de riego patrocinados para su excelencia el ex-secretario general quien pasó de ser un simple maestro de primaria a un magnate ganadero; al contrario, se le mantuvo en el más denigrante silencio los últimos meses de su gestión, seguramente era lo más sano para el desarrollo de la disidencia estatal en el intento de limpiar una imagen que se pudo haber saneado en aquel falso Pleno Seccional de Bases Magisteriales llevado a cabo a fines del año 2011. No más riñas por vehículos negociados con su contraparte institucional, como auténtico botín de los asaltos perpetrados por infractores de cuello blanco. Las Reformas Estructurales siguen avanzando a ritmo seguro, pero era más importante elegir un modelo de automóvil acorde a los intereses de las “brigadas informativas”, luego ya se vería cómo hacerlo desaparecer, con todo y factura, como lo denuncian los colaboradores honestos relacionados con el manejo interno de los recursos materiales y financieros.
Triste resulta el futuro de los trabajadores de la educación del estado; timados y defraudados, observan con incertidumbre cómo la reforma educativa será aplicada formalmente en unos cuantos meses, con la emanación de leyes y reglamentos derivados de las reformas a los artículos tercero y 73 constitucionales. Parece el momento adecuado para elegir nuevas formas de lucha en contra de las paupérrimas condiciones de vida de las mayorías, erradicando el protagonismo de los embaucadores tradicionales que mesiánicamente se autodenominan democráticos, a reserva de lo que la posible nueva representación emanada del famélico cuarto Congreso Seccional de Bases opine, en caso de conformarse plenamente. ■
Fuente: La Jornada Zacatecas
Domingo; Marzo 24 2013
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