lunes, 22 de febrero de 2016

¿Huecos en el l viaje de Francisco?

¿Huecos en  el viaje de Francisco?
Víctor Flores Olea
S
in duda puede sostenerse que los hubo, sobre todo para quienes esperaban referencias concretas, casi con nombre y apellido, a ciertas situaciones. Por ejemplo, no mencionó el nombre de Ayotzinapa, ni siquiera el más genérico de desaparecidos; sin embargo, hubo alusiones muy concretas a ciertos mecanismos del capitalismo, como el de la explotación y la marginación, y la variedad de otros fenómenos altamente negativos de la sociedad contemporánea capitalista que están en el origen de las terribles desigualdades y desequilibrios que vivimos.
Y sobre esto no hubo ahorros salvo para aquellos que hubieran esperado de parte del Papa una viva militancia crítica y de izquierda, lo cual estaba fuera de toda previsión. Este tipo de discusión se acentúa entre militantes o partidarios cerrados de uno u otro bando, pero me pregunto si tal resulta una buena medida para juzgar o calibrar la visita del papa Francisco a México. La Iglesia católica no es una organización de avanzada, en el sentido social e incluso militante del término, sino apenas una organización que trata de no ponerse demasiado a la cola de las demandas sociales, y que sólo después de muchos jaloneos acepta algunos hechos que se van imponiendo a la sociedad, que ésta impone a la Iglesia y, por cierto, que tampoco la sociedad asimila fácilmente. Esta última parece hoy admitir ya los procedimientos de la técnica contemporánea para evitar el embarazo (¿todos?), pero obviamente sigue muy alejada del aborto o de las uniones entre individuos del mismo sexo. ¿Hasta cuándo?, porque un día sin duda los aceptará.
Ocurre como con los poderes públicos que casi siempre, por ejemplo, sin duda en México, van a la zaga de la sociedad, y es la sociedad la que introduce, no sólo en el campo de lo religioso sino prácticamente en todos los casos, los conceptos o usos o prácticas de avanzada, digamos que se van depurando por filtros jurídicos u otros, quedando algunos en definitiva como parte imprescindible de la sociedad, y otros son descartados y olvidados. Así son los procesos históricos y algo semejante, muy ilustrativo, resultó ser el viaje de Francisco a México, con menciones y alusiones que hace algunos años resultaban increíbles en boca del jefe de la Iglesia católica, que hoy pudieron escucharse con la mayor tranquilidad.
No fue, pues, la visita de un militante y ni siquiera de un Papa de especial vanguardia, pero sin duda la de un hombre muy atento a los problemas colectivos y a sus causas, y con sensibilidad social desarrollada. Ya quisiéramos que los principales de nuestros dirigentes políticos tuvieran los tamaños de quien fue nuestro visitante, y que tuvieran la aptitud de acercarse al pueblo como hizo Francisco, de palabra y acto, y que tuvieran la capacidad sensible que él mostró hacia el grupo de los más desheredados. Pero claro, sería pedirle peras al olmo, y en primer término pedir rasgos de liderazgo que ni por equivocación tienen los actuales integrantes de nuestro establishmentpolítico.
¿Qué fue, por ejemplo, la visita para Enrique Peña Nieto? Como las comparaciones son inevitables en estos casos, pudiéramos decir que fue desastrosa, en primer término, por la capacidad de acercamiento con la gente que sin duda tiene el obispo de Roma, rasgo prácticamente ausente en nuestro mandatario, para no hablar del efecto de una oratoria cuajada de gesticulaciones y absolutamente previsible, ante otra mucho más espontánea y llena de giros imprevistos que hacen al orador y a su oratoria mucho más atractiva, y en momentos sin duda hasta seductora. Sí. Por supuesto que para muchos no valen estas comparaciones, por la diversidad de funciones, etcétera, pero transmito también una opinión que no sólo es personal sino ampliamente compartida.
En muchas reflexiones publicadas estos días se sostiene que una condición para el viaje del Papa a México, que habría puesto nuestro gobierno, fue que no se refiriera al caso de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala en septiembre de 2014. No puedo responder por una afirmativa irrefutable, porque lo desconozco, pero sabiendo de qué manera se cocinan en México algunas cuestiones políticas la afirmación está en el terreno de lo posible. Lo que parece menos sólido, de cualquier manera, es la afirmación del lado vaticano en el sentido de que se desecharon todas las peticiones de entrevistas individualizadas o de grupos específicos por encontrar serias contradicciones entre ellos e incluso pugnas, lo cual puede ser verdad, salvo en un caso en que prácticamente hay coincidencia nacional: la necesidad de que se exponga con toda exactitud lo ocurrido con los normalistas de Ayotzinapa.
Desde el punto de vista del visitante puede haber razones válidas, o relativamente válidas, para guardar determinados silencios. El hecho es que, en la perspectiva del país visitado, algunos de esos silencios han sonado como truenos ensordecedores. A la historia pasará sin duda esta visita como una de gran éxito para el Papa, no sin señalar las ambigüedades o claroscuros que también la marcaron.
No es ya momento de glosar las intervenciones papales, pero sin duda hubo momentos de gran emoción. Y de reflexión profunda, hay que decirlo, sobre las injusticias, sufrimientos y muerte que ha causado en el mundo el capitalismo, al que el Papa, debe reconocerse, mencionó por su nombre y del cual describió algunas de sus hazañas más crueles.
En todo caso ¿qué deja para México la visita de Francisco?
Habría muchos tópicos a tratar, pero al margen de lo religioso uno es la necesidad de la movilización y presión social para lograr ciertos objetivos, que sin ese activismo de la sociedad seguramente serían ajenos a la atención del Estado; la necesidad además de focalizar los temas a efecto de evitar una excesiva fragmentación de las demandas. Desde el punto de vista ético creo que se cumplieron plenamente los objetivos; desde el punto de vista político y social en general me parece que la visita resultó positiva para la sociedad en su conjunto. Ojalá sea así en lo esencial.

Denuncia el GIEI filtraciones ilegales y desvíos de información

‘‘En riesgo’’, los avances en la investigación del paradero de los 43 normalistas
Denuncia el GIEI filtraciones ilegales y desvíos de información
Persiste la ‘‘fragmentación’’ de la averiguación previa debido a acciones de la Seido, señalan
FotoCarlos Beristain, Ángela Buitrago, Claudia Paz, Alejandro Valencia y Francisco Cox, a su llegada a la conferencia de prensa sobre el caso IgualaFoto Marco Peláez
Blanche Petrich y José Antonio Román
 
Periódico La Jornada
Lunes 22 de febrero de 2016, p. 3
En los meses recientes se ha registrado una serie de obstáculos, filtraciones ilegales a la prensa y desvíos de información que ‘‘ponen en riego’’ los avances en la investigación del caso Iguala y el paradero de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos, alertó el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
Expuso ejemplos de la ‘‘fragmentación’’ de la averiguación previa AP001, que en lugar de estar integrada en su totalidad en una sola unidad sigue dispersa, y donde acciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) dificultan dicha integración al abrir nuevos expedientes que han supuesto, en la práctica, la imposibilidad de acceder a informaciones relevantes.
‘‘¿Quién deforma declaraciones?’’
En conferencia donde estuvieron los cinco integrantes del GIEI, se informó que ya se solicitó a la titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Arely Gómez, acciones para concentrar todas las averiguaciones en la AP001 y se investigue ‘‘quién y por qué’’ filtra y deforma declaraciones de los inculpados.
Citaron el caso concreto del ‘‘cabo Gil’’, que en su presentación previa ante la unidad especial se reservó su derecho a declarar; sin embargo, a raíz de una ‘‘filtración’’, la prensa divulgó una versión distinta, presumiblemente falsa, sosteniendo que el grupo de los 43 fue dividido y sólo 17 fueron quemados en el basurero de Cocula. ‘‘Se dicen cosas que ellos (los inculpados) no dijeron’’, insistió Claudia Paz.
Además, estas presuntas declaraciones se habrían dado en el contexto de otra averiguación previa en la Seido, pero que no ha sido derivada a la unidad especial, la cual está a cargo de la investigación desde diciembre pasado, debido a esta fragmentación de las averiguaciones previas.
Hasta el momento, el GIEI sabe de 12 averiguaciones previas abiertas por la Seido al margen del expediente central, incluso algunas recientes, cuando ya se había trasladado la indagatoria a la unidad que depende de la Subprocuraduría de Derechos Humanos de la PGR.
El GIEI, instancia internacional que es coadyuvante del Estado mexicano en la investigación, indicó que el expediente de este caso emblemático, ‘‘clave para la justicia en México’’, también está en un momento crucial antes de concluir –el 30 de abril– su segundo mandato.
Primero en la presentación de su reporte, y luego en la sesión de preguntas, los integrantes del grupo repasaron los avances, las dificultades y los desafíos por venir. Se dijo que tras meses de estar paralizada la búsqueda de los normalistas, ésta se reinició en Cocula e Iguala, y que continuará las próximas semanas.
Además, se ha insistido en la necesidad de que autoridades mexicanas profundicen una investigación sobre el presunto tráfico de droga a Chicago. ‘‘Es fundamental que se indague la línea del trasiego de heroína desde Iguala a Estados Unidos. Se ha avanzado, pero insistimos en la necesidad de que se realicen las diligencias que recomendamos para el esclarecimiento de los hechos’’, dijo Claudia Paz.
Carlos Beristain, Ángela Buitrago, Claudia Paz, Alejandro Valencia y Francisco Cox, a su llegada a la conferencia de prensa sobre el caso IgualaFoto Marco Peláez