martes, 31 de enero de 2023

La reforma fiscal: un tabú mexicano

 La reforma fiscal: un tabú mexicano

 Saúl Escobar Toledo

 Oxfam, una organización internacional que se autodenomina como “un movimiento global que trabaja en 94 países para poner fin a la injusticia de la pobreza y acabar con la desigualdad”, acaba de dar a conocer un documento acerca de los impuestos a las grandes fortunas en México (ver: oxfammexico.com). No es el único colectivo que ha hablado del tema. Un grupo de distinguidos economistas crearon un “laboratorio mundial de la desigualdad” que se puede consultar en wid.world. Por su lado, la CEPAL, ha publicado regularmente diversos ensayos e informes acerca de América Latina. En México, la UNAM ha contribuido con reflexiones muy importantes a través de sus institutos (IIE y IIS), la Facultad de Economía y el PUED, para no mencionar otros centros de estudio prestigiados. Vale la pena llamar de nueva cuenta la atención acerca de la desigualdad y la reforma fiscal, ya que la pandemia, sumada a otros acontecimientos mundiales, como la guerra en Ucrania y la inflación, han agravado estos fenómenos. Según Oxfam, “los súper ricos fueron los grandes ganadores de estas crisis en México, pues han visto crecer sus fortunas en un 33% desde el inicio de la pandemia hasta noviembre de 2022, mientras la economía nacional creció apenas en 0.28% en ese mismo período… Las fortunas de los súper ricos crecieron 117 veces más rápido que el resto de la economía… y sin pagar ni un peso más por estas ganancias extraordinarias”. Ello, por supuesto, aumentó las desigualdades en “un país en el que el 1% más rico de la población —apenas 1.2 millones de personas— concentra casi 47 de cada 100 pesos de riqueza nacional”. Y sumió en la pobreza a un número mayor de mexicanos. Lo anterior, a pesar de algunas medidas tomadas por el gobierno como el aumento de los salarios mínimos y otras reformas legales como la que regula la subcontratación y las que tienen que ver con la democracia sindical, la justicia laboral y la contratación colectiva legítima. Igualmente, hay que tomar en cuenta los programas sociales, destacadamente el de la pensión para adultos mayores de carácter universal. Y, además, el esfuerzo para recaudar más, sobre todo de los grandes contribuyentes. No obstante, el saldo ha sido muy favorable para los más ricos. Según Oxfam, a pesar de los beneficios extraordinarios que este pequeño sector de la sociedad obtuvo en los últimos años, su aportación para sufragar los gigantescos costos de las crisis derivadas de la pandemia de COVID-19 no aumentó significativamente. El problema radica en que pagan pocos impuestos: “Los causantes con ingresos arriba de 500 millones de pesos anuales apenas representaron el 0.03% de la recaudación total de impuestos y el 13.6% de la contribución de las personas físicas en 2021”. Por su parte, “las grandes empresas en México pagaban hasta 2021 unas tasas efectivas de impuesto sobre la renta (ISR) entre el 1 y 8% del total de ingresos, dependiendo de la actividad económica, muy por debajo del 30% que establece la ley”. Esto ocurre debido a la capacidad de elusión y evasión de los poderosos incluyendo la recurrencia a los paraísos fiscales, pero también a que las leyes disponen una carga muy baja para los ingresos de los grandes contribuyentes y a la ausencia de un gravamen a la riqueza (es decir, al patrimonio material y financiero). Lo anterior ha tenido como resultado que la recaudación total de impuestossea equivalente al 17.8% del PIB. Este nivel de recaudación es menor que el del promedio entre los países de América Latina y el Caribe — equivalente al 21.9% del PIB— y de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) —equivalente al 33.6% del PIB, una situación que se arrastra desde hace décadas. Consecuentemente, los recursos que destina la federación a rubros tan importantes como la salud, la educación, y la infraestructura son cada vez más insuficientes. Por ejemplo, “el gobierno federal en 2021 invirtió prácticamente lo mismo en salud pública que en los pagos del servicio de la deuda... En el año 2020, en pleno confinamiento por la pandemia global de COVID-19, esta situación fue incluso peor: el gasto en salud en ese año fue menor que el gasto para el servicio de la deuda”. De ahí la necesidad de una reforma fiscal que, como propone Oxfam, grave las grandes fortunas. “Este impuesto debe tener una tasa del 2% para quienes posean más de 20 millones de pesos, del 3% para aquellas personas cuya fortuna se encuentre arriba de 100 millones de pesos, y del 5% para los milmillonarios —es decir, quienes tienen fortunas de más de 20 mil millones de pesos o mil millones de dólares. (De esta manera) se podría recaudar hasta 270,000 millones de pesos anuales”. También se proponen modificaciones fiscales profundas, progresivas y transparentes que “aspiren a un incremento sistemático del impuesto sobre la renta a los causantes de mayores ingresos”; igualar las tasas que se cobran tanto al trabajo como el capital; fijar gravámenes a las grandes herencias y donaciones; y revisar los impuestos actuales a la propiedad, como el predial y la tenencia, para que contribuyan de manera más progresiva. Oxfam subraya que, “tras décadas de una falsa creencia de que los impuestos a las grandes fortunas desincentivan la inversión y reducen el crecimiento… (éstos) empiezan a formar parte del futuro de América Latina… nuevos gobiernos progresistas han iniciado una ola de reformas fiscales progresistas”. Hasta ahora, podemos contar con los casos de: Argentina con la Ley de Solidaridad y Aporte Extraordinario de las Grandes Fortunas de 2020, que estableció un impuesto no recurrente al patrimonio de las grandes fortunas en el país; Bolivia instauró un gravamen a las a las 152 personas más ricas del país, superiores a los 4.3 millones de dólares de manera anual y permanente, y tasas progresivas para las fortunas mayores a 7.2 millones de dólares. Colombia, por su lado, aprobó recientemente una reforma fiscal que incluye un impuesto a las fortunas, eleva las contribuciones de las rentas y las ganancias de capital, y aplica un nuevo impuesto a los súper beneficios de empresas del sector extractivo. El presidente de Chile mandó al Congreso una reforma tributaria que busca recaudar ingresos equivalentes al 4.1% del PIB, incluye un mayor impuesto sobre la renta para los ingresos más elevados, un nuevo gravamen a las fortunas de las 6,300 personas más ricas del país, y mayores regalías al sector minero, uno de los más importantes de esa nación. Y Brasil, con el flamante gobierno de Lula, ha indicado que busca avanzar con una reforma tributaria progresiva que se presentaría en abril 2023. La necesidad de instrumentar modificaciones legales para obtener mayores recursos ha tenido amplio consenso académico y de las instituciones internacionales (incluso el FMI ha discutido este asunto). Sin embargo, en México, la reforma fiscal sigue siendo un tabú, incluso para el gobierno López Obrador (que tomó posesión en 2018 y concluirá en 2024), el cual se ha negado reiteradas veces a incluirlo en su agenda y a discutir su viabilidad; tampoco la mayoría parlamentaria de MORENA (el partido del oficialismo) ha mostrado interés en una reforma impositiva a la riqueza o a los ingresos más elevados, y a disminuir lo que pagan los trabajadores más pobres. El presidente incluso se ha exaltado ante este reclamo, llamado “neoliberales” a las instituciones y personas que han insistido en una reforma semejante. La postura de la administración actual tiene precedentes que Oxfam recuerda: particularmente, en 1961, el gobierno de Adolfo López Mateos encargó un informe especial al economista Nicholas Kaldor, el cual propuso una reforma fiscal que, entre otras cuestiones, incluyó gravar las grandes fortunas. Este informe fue desechado y sólo tuvo utilidad para la discusión académica. Habrá que recordar también la fallida reforma del presidente Echeverría (1970-1976) a mitad de su sexenio, entre otros episodios del pasado reciente. Los secretarios de Hacienda de este gobierno han considerado inoportuna una reforma como la aquí descrita u otra similar, alegando que se vive un proceso inflacionario y un panorama internacional muy incierto. Sin embargo, señala el informe Oxfam, la principal razón ha sido “la oposición y resistencia activa de las élites económicas”, cosa que, en efecto se ha demostrado en diversas ocasiones. El asunto es pues, sobre todo político. El temor de que esas élites desaten una fuga de capitales o un conjunto de acciones que atente contra la estabilidad del gobierno en turno. La administración de López Obrador parecía tener la suficiente fuerza popular y legitimidad política para enfrentar estos retos. De cualquier manera, ante la negativa oficial, muchos dan por sentado que no habrá reformas este sexenio y esperan que la próxima administración sea más sensible a este reclamo. Varios equipos de trabajo, compuestos por profesores universitarios y personajes de la sociedad sin ataduras partidistas, siguen revisando diversas alternativas viables para presentarlas a la nueva administración. Por lo pronto, ahí están los datos duros y los estudios que avalan la necesidad de la reforma fiscal. La presión social seguramente será cada vez más fuerte ante las carencias del país. A ver cuánto tiempo aguantan los gobiernos de la república. Cuando se decidan a abrir el debate y llevarlo al Congreso, seguramente muchas agrupaciones progresistas participarán de manera entusiasta hasta lograr una mayor justicia fiscal y una mejor distribución del ingreso. saulescobar.blogspot.com

Miscelánea

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FJCD

El concepto de percepción fue un invento para ocultar la luminosidad cerebral, para ocultar la ausencia apocalíptica de neuronas que cedía su sitio craneano para convertirse en una oquedad pletórica de pájaros. El uso del concepto “percepción” viene de larga data, ya el proto antropólogo Ludovico Darwin (Macondislandia de todas las vírgenes 740l-7500 aC), este ilustre homo antecessor que, en tablillas multiformes, plasmó el debate y la construcción del concepto “percepción”, herramienta necesaria para explicitar por qué los varones neandertales expresaban disonancias entre la belleza de las hembras homo sapiens y las neandertales. Los primeros argumentaban que la belleza homo sapiens no era tal como se pretendía argumentar. Que la belleza era una cuestión metafísica, aullaban en plazas y mercados los neandertales lo que provocaba el enfado de los ofendidos. En una traducción que nos legó Darwin se puede percibir que “El homo sapiens sentíase en paz consigo mismos y poco interés le otorgaban a la percepción que del concepto de belleza les adjudicaran a sus hembras. Si los neandertales tienen su percepción, nosotros tenemos la nuestra, pero ya nos veremos en la pasarela del certamen Miss Evolution, donde cada cual se ubicará en su sitial. Los neandertales no han llegado a dominar el fuego y eso para nosotros es una ventaja competitiva, pero no el fuego del rayo o la brasa: desconocen el fuego que arde en las sábanas de las hembras sapiens. Que, de acuerdo con la “percepción” bien se puede definir como una lumbre fría. Entre las damas sapiens se encuentran las mejores homínidas que nos podemos meter a los ojos.”

Pero la disputa (la “percepción”) no se circunscribe solo a cómo se conceptualiza la belleza, también empapó otros ámbitos de la cotidianidad de los primeros homínidos. El sentido de “percepción”, después de probar su inimitable contundencia como evanescente salida de emergencia, se usó lo mismo para justificar las fracturas de tobillo al descender abruptamente de los árboles, que para bajar temperatura a la insana costumbre de intercambiar genes. Esto lo conocemos gracias a la iniciativa de Clodomiro Reichmann (Macondistán Mártir 9000-8975 aC) quien dedicó diez meses de su fructífera existencia a la observación conductual de los arborícolas y se adentró en el subconsciente colectivo para desentrañar cuál sería su “percepción” sobre el papel de la mano en el proceso de hominización. En el capítulo XXXI de su tablilla ¿Con qué rapidez se esfuma el aura? estipula que “Los cuadrúpedos no aprendían cosa alguna, además cómo los bípedos alfa iban a tomarles en serio (a la chusma, a los involucionados), solo bastaba verles su aspecto de disminuidos, de contrahechos, de intentos o errores evolutivos. Éstos aprendices de rufianes tenían la percepción de que merecían no habitar una zona de desastre y los alfa regresaban al uso del concepto “percepción” y los semovientes disfrutaban el continuar siendo un pueblo feo y pequeño. Las especies inferiores solo fastidian, dejaban caer desde lo alto; ninguna sociedad primitiva se distrae con vaguedades sobre cómo los de abajo son perceptivos de la realidad y sostener que la administración del pre estado es deficitaria.” (pp. 154)

Como mecanismo de defensa y, para hacer solo el bien, para derramar virtudes y buenaventura sobre los infelices primates mentalmente infértiles; la percepción es que no serían para enriquecerse y corromper las carnes, como proyecto devocional, tampoco para el enriquecimiento genésico. Para concretar esos deseos, los ancestros crearon a los partidos políticos, organización donde se homogeneizan los puntos de vistas, se estandarizan las ambiciones y anidan todas las sicologías. Algo insólito para aquellos tiempos. Conocemos la génesis partidista gracias a don Apuleyo McChesney (Macondisland 8712-7996), neandertal de cultura extreme y con un cerebro privilegiado que en sus noches de introspección era común conectarse con el más allá (y a mediodía con el más acá), cuya percepción devuelve la fertilidad al pensamiento abstracto, lo que se corrobora en su obra póstuma La democracia como costumbrismo lúdico (Pleistoceno Editores, 8010) al sostener que “La percepción democrática es una tarea titánica, reseñar su historial conformaría una enciclopedia. Los partidos con sus administradores (‘padroteo’ le llama el homo habilis) nos construyen la percepción de que todo marcha como ellos lo dictan, sostienen que el universo es una percepción que se encuentra dentro de una tabla Ouija y que los gobernadores, diputados, senadores, alcaldes y regidores, etc. son el fin del subdesarrollo, la tumba colectiva del saqueo, la caja de resonancia de las urgencias sociales y la solución para el tedio de los días y noches circulares. Las franquicias significan la continuidad de los privilegios sociales. Aunque este suene a pura y vil percepción.”

La última y nos vamos. Lo maravilloso de la vida es que, a estas alturas de evolución, todavía encontremos entre los mortales a burócratas que piensan que se gobierna con sueños. Esto lo debe de conocer como primicia la ONU, el Vaticano, Play Boy, la OTAN, las Kardashian, la OCDE, el FMI, el BM, Va por México, la UE, el Pentágono, Shakira, la CIA, V. Putin, MSF, Las Corcholatas, la NASA, la FIFA, los Nonatos, Zelensky, el alma de Pelé, Rátzinger (quien por su santidad aún escucha), la Selección Nacional de futbol de Burkina Faso, Mao Tse, el payaso Biberoncito, el tío Stalin, los Corleone, el Tren Maya, el hielo de Groelandia, el sexto continente, Lucifer, la abuela de Caperuza Roja, los gozosos Siete Enanos, etc. Eh aquí la noticia que salvará al mundo de la hecatombe, resultado del reciente cónclave para atrapar a la escurridiza seguridad. La novedosa e infalible medida consiste en: apostar a treinta agentes de la policía de vialidad en cualquier camino y todo aquel que traiga los cristales de su auto polarizados será detenido, orillado y, amablemente, será invitado a descender y sin mostrar reglamento impreso, ley, disposición, etc. ágiles agentes de élite, con navaja comenzarán a retirar el papel que oscurece su auto, pero solo de la parte delantera, la trasera queda en penumbra. ¡A nadie se le hubiera ocurrido semejante medida! ¡Interpol, acéptalo, frente a esto ustedes son unos amateurs!, ¡Reconózcanlo! Medida exclusiva para los de abajo, pues los vehículos policiacos y muchos de funcionarios traen oscurecidos sus cristales. Se entiende, ellos son los salvadores de la patria. Mientras en las calles, bulevares, cruceros, avenidas impera la ley de la selva. El lado amable de tan imaginativa disposición es que generará economías, pues antes de que se devalúe el gobierno, se reemplazará el papel oscuro y quien lo haga

tendrá un ingreso con el que sortear el proceso inflacionario o mejor, completar el pago de la tenencia de su auto. No es arbitrariedad, todo está fríamente calculado.

Los 1001 años de la lengua española, de Antonio Alatorre

 Los 1001 años de la lengua española, de Antonio Alatorre

2023-01-30

Por: MIGUEL ÁNGEL DE ÁVILA GONZÁLEZ •

La Gualdra 559 / Libros

Este libro cuenta la historia del español desde su conformación hasta la actualidad. Está dirigido al lector común, al de la calle, al que no es lingüista o especialista.

Se trata de una obra escrita de una manera sencilla y amena. Organiza la información como si fuera un cuento y entrelaza historia, lengua y literatura de una forma natural, proporcionando así el contexto y los fenómenos orales y escritos que permearon nuestro idioma a largo de los siglos. Procura no usar términos ajenos al lector y si los usa suele explicarlos inmediatamente para que el lector no se sienta impedido por no comprender.

Podemos decir arbitrariamente que la lengua española nació en la segunda mitad del siglo X, a medio camino entre el VII y el XII, y que su acta de nacimiento se escribió en 975. El autor comienza aludiendo a la familia indoeuropea, prosigue con una nota a las lenguas prerrománicas y luego introduce al mundo romano y al latín, habla de las invasiones bárbaras y de cómo se fueron formando las lenguas romances, siempre haciendo hincapié al caso del español, el cual tiene mucho que ver con las conquistas que sufrió la península y del contacto que tuvo con otros idiomas, además de que no olvida darle su espacio a Hispanoamérica.

La lengua es un ente vivo que está en constante transformación, la lengua oral y la lengua escrita no siempre van de la mano. Cabe destacar de esta obra es que no tiene un afán prescriptivo, todo lo contrario, recalca la heterogénea pronunciación del español y la importancia de ser descriptivos con nuestra lengua: tan cien por cierto hablante de un idioma es el campesino más inculto como el académico más refinado.

El tratado constituye una verdadera, erudita, sabrosa, inteligente historia del español, que necesitaba leerse sin más interrupciones que las que haría cada persona para reflexionar sobre lo que estaba leyendo. Es un completo, integral documento sobre la evolución del español hasta finales del siglo XX.

Se amplían los datos y se seleccionan muchos fragmentos literarios, desde el siglo XIII en adelante. Las notas de pie de página, además de ayudar a situar un

período cultural y agregar información pormenorizada, son muy entretenidas, como cuando compara el inventario de la ropa de una mexicana de esta época con el de una señora medieval española.

Toda lengua con escritura deja huella que ha dependido, durante milenios si se trata del español, del francés, del italiano o del inglés, de la cultura escrita, de la letra. Como durante siglos el analfabetismo era lo común y solamente ciertos grupos sociales escribían y leían, desconocemos las hablas populares latinas que dieron lugar a la lenta formación del castellano.

Heredadas de Roma, hay inscripciones en lápidas mortuorias, graffiti en algunos restos de edificios; hay leyendas en los pedestales de las estatuas que han podido conservarse, que revelan algo acerca de las maneras de hablar del pueblo llano; hay citas o caricaturizaciones de sus maneras de hablar en algunas obras literarias, como en Petronio, pero lo que se hablaba en la Hispania romana, el territorio de cultura latina más antiguo después de Italia, en donde las poblaciones aborígenes se mezclaron con individuos procedentes de todas las regiones del imperio, es muy difícil no se diga conocer, sino al menos reconstruir con algunos visos de verosimilitud.

El capítulo dedicado a “La lengua de los romanos” es una insuperable exposición lingüística y cultural de la evolución del latín a los dialectos románicos de la península ibérica, y del castellano en especial. El autor dominaba el latín clásico por lo que fue capaz de situar el discurso latino entre los siglos IV y X.

Este libro sigue siendo una historia filológica, cuyo núcleo es la literatura, pero los datos y las explicaciones lingüísticas son precisos y muy informativos. En consecuencia, no prescribirá; podremos ir añadiendo datos y puntos de vista que la investigación filológica y lingüística sigue elaborando; pero quien quiera, de veras, conocer la historia del español en sus elementos más importantes, puede estar seguro de que este libro es el pertinente.

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Antonio Alatorre, Los 1001 años de la lengua española, Fondo de Cultura Económica, séptima reimpresión, México, 2012. Disponible en la Biblioteca Roberto Almanza de la colonia Pedro Ruiz González, de la ciudad de Zacatecas

49 años detrás del FPZ

 

49 años detrás del FPZ

Por: LAURA RODRÍGUEZ CERVANTES •

El Frente Popular de Zacatecas fue un acontecimiento histórico que nace el 23 y 24 de enero de 1974, en la etapa presidencial de Luis Echeverría Álvarez; en este periodo se hace latente un agravamiento de los conflictos rurales en el país. En Zacatecas, las condiciones socioeconómicas  prevalecientes al inicio de los setenta se manifiestan en el rezago agrario; disminución de fuentes de trabajo; una alta migración, originando que algunos se instalen en la periferia de la ciudad buscando un lugar donde construir una vivienda; la industrialización es totalmente nula; además se percibe una oligarquía atrasada, usurera y conservadora; también existía un intervención de control por parte del Estado hacia las organizaciones oficiales bajo la tutela de la Confederación Nacional Campesina, sin dejar de lado el poder político detentado por los terratenientes agrupados en la Unión Ganadera. 

En esta trama la educación no era ajena al escenario que vivía el estado ni tampoco a la ventolera de cambios que se da con los movimientos estudiantiles de 1968 y 1971 que repercuten en la Universidad Autónoma de Zacatecas con la llegada de profesores de la UNAM, los que vinieron a generar al interior de la UAZ un debate modernizador de los planes de estudio con el fin de orientar e iniciar un proceso de conocimiento donde los estudiantes asumieron su papel. Los estudiantes universitarios detrás del 2 de octubre de 1968 empiezan a tener conciencia de que el gobierno no pudo solucionar los conflictos estudiantiles, ello fue el inicio de una fuerza que desató que los universitarios marcharan del brazo de los descamisados; de esta vinculación surgió lo que se conceptualizó como la Universidad- pueblo.

La irrupción frentista, en su soplo más álgido, logró dislocar a una economía instalada en el rentismo, logró evidenciar la burocracia y represión del Estado, pues la lucha implicó represión, secuestro y cárcel para activistas y peticionarios. Varias comunidades fueron desalojadas, algunas habían venido solicitando durante 40 años solución al reparto agrario; los desalojos de Morones, El Retoño y La Blanquita fueron la expresión de otras expulsiones, que encerró al Tigre, Tepetongo, Villanueva, la Rubén Jaramillo y Noria del Burro. Las diferentes acciones de lucha conllevaron a involucrarse con movimientos de colonos, vendedores ambulantes, músicos, incluyendo la lucha de los universitarios por incremento de subsidio para la institución.https://ljz.mx/24/01/2023/49-anos-detras-del-fpz/

Algunos de los alcances del FPZ, en su primera década de existencia, fueron la afectación del gran latifundio en el campo; la creación de varias colonias populares y servicios en la ciudad; los universitarios marcharon al lado del movimiento campesino y popular, concibiendo el cambio de pensamiento  de amplios sectores de la sociedad; se construyeron organizaciones autónomas de masas, lo que permitió buscar formas superiores de organización y de lucha para presionar, de manera colectiva, a un gobierno  hostil, participando en la defensa de sus demandas, traspasando a las organizaciones oficiales. Se ayudó a los pueblos por dónde transitar hacia la justicia y libertad; se refutó la opresión, la injusticia, el abuso del poder y la corrupción.

A 49 años del nacimiento del FPZ, éste se configuró como un nuevo actor social en el Estado, obligando al poder a abrir las negociaciones para la tramitación a sus demandas, además de implementar una cultura ciudadana por la democracia. 

Y como lo han señalado varios universitarios, el FPZ hizo alianzas entre los sectores democráticos de la Universidad, los colonos y campesinos; se logró la apertura de los hijos de los pobres a la Universidad, ofertando servicios estudiantiles, cambios en el currículo encaminados a implementar los foros de reforma universitaria de 1971, que explican las reformas posteriores en la UAZ.

A 49 años de la génesis del FPZ, la lucha de hoy se encamina a los efectos nocivos del neoliberalismo y lo que ello conlleva, como lo es la expulsión de los territorios a campesinos por parte de las grandes empresas mineras. El Zacatecas de la década de los setenta nos sigue presentando altos índices de marginación y una cruda violencia e inseguridad, intensidad migratoria, desempleo y bajos salarios.

Podemos finalmente decir que el FPZ cumplió su tarea fundamental: fue una escuela de arrastre ciudadano, comprometido con las libertades democráticas, las demandas de los pobres y la transformación de Zacatecas; hoy no podemos dejar en la oscuridad el movimiento social y campesino. A pesar de sus aciertos y desaciertos, la sociedad zacatecana debe seguir evaluando su transcendencia y limitaciones.