domingo, 12 de marzo de 2023

La lucha feminista






 Por: LAURA RODRÍGUEZ CERVANTES •

2023-03-09

En México, la participación de la mujer tiene sus antecedentes en Yucatán, lugar donde se lleva a efecto el primer Congreso Feminista en 1916, ahí se trataron asuntos relacionados con la ciudadanía política de las mujeres y los derechos reproductivos y sexuales. Para 1953, se extiende el movimiento para obtener el derecho al sufragio y a ser votada a cargos de elección popular; en los años posteriores, el énfasis de la lucha de las mujeres se centra en la desigualdad en la vida social, política y laboral, luego se sigue dando la lucha por el cese a la violencia contra las mujeres y alto a la discriminación. En 2014, se logra la paridad y se incorpora a la constitución, estableciendo que los partidos políticos deberán postular paritariamente sus candidaturas para los congresos federal y local.

Al moldear las leyes jurídicas, producto de las luchas de las mujeres en relación con su participación política, los esfuerzos se han visto manifestados en las entidades federativas ocupando lugares relevantes como: gobernadoras, legisladoras, alcaldesas, regidoras. En otros espacios, como las Secretarías de Estado, y organismos autónomos, se encuentran mujeres en puestos de dirección. De tal manera, las representantes que ocupan espacios de poder deben tener como tarea, prácticas democráticas que garanticen los derechos fundamentales de mujeres y hombres. Sin embargo, no podemos soslayar que existen opiniones opuestas y que existen sectores reaccionarios contra las banderas legítimas de los grupos de mujeres que luchan por la erradicación de las violencias físicas, psicológicas, económicas, ginecológica, patrimoniales, nacimientos seguros, remuneración de salario igual a trabajo igual, feminicidas, suceso que ha estado presente en múltiples lugares. Igualmente, estos fragmentos agravian la lucha legítima de las mujeres para conseguir prebendas y/o conservar sus privilegios golpeteando constantemente a sus enemigos político- ideológicos, además se apropian de las consignas feministas como son: “ las niñas no se tocan”, lema utilizado por elementos conservadores para hacer un uso faccioso de las demandas feministas y otros de organizaciones de izquierda, ello con el objetivo de confundir y engañar a los sectores que puedan estar o no de acuerdo con este movimiento y con otros de carácter emergente. 

Por otro lado, aparte de los sectores que combaten las luchas feministas existen varones que se posicionan en favor de la lucha de las mujeres, hay hombres que han discutido las peculiaridades opresivas y los efectos de las prerrogativas patriarcales, apunta Maxine Molyneux acerca del tratamiento que hace Hegel de la relación Maestro- Esclavo, en la que el opresor también es, de alguna manera, dañado por el poder que ejerce sobre el oprimido, además arguye que hay una imagen mixta que debe ser reconocida.

Los movimientos sociales no siempre son entidades homogéneas y unificadas, existen diferentes corrientes en el feminismo como son: las separatistas, las radicales, las marxistas, las liberales, las socialistas, los falsos feminismos, el  ecofeminismo,  el feminismo cultural y de la diferencia, el feminismo comunitario,  que  en determinados momentos acuerdan las formas de lucha, prioridades y métodos de actuar, de manera que la diversidad de pensamiento puede ser legítima,  más si no hay acuerdos y alguna fuerza quiere aplicar sus dogmas, ello no conducirá a la unidad en la acción.

Finalmente, anotamos que los feminismos son diversos y no pueden ser descifrados de forma única, son movimientos que buscan transformar las relaciones sociales, crear conciencia y eliminar cualquier tipo de violencia contra la mujer. 

https://ljz.mx/09/03/2023/la-lucha-feminista/

jueves, 2 de marzo de 2023

49 años detrás del FPZ (Frente Popular de Zacatecas)



 Por: LAURA RODRÍGUEZ CERVANTES •2023-01-24

El Frente Popular de Zacatecas fue un acontecimiento histórico que nace el 23 y 24 de enero de 1974, en la etapa presidencial de Luis Echeverría Álvarez; en este periodo se hace latente un agravamiento de los conflictos rurales en el país. En Zacatecas, las condiciones socioeconómicas  prevalecientes al inicio de los setenta se manifiestan en el rezago agrario; disminución de fuentes de trabajo; una alta migración, originando que algunos se instalen en la periferia de la ciudad buscando un lugar donde construir una vivienda; la industrialización es totalmente nula; además se percibe una oligarquía atrasada, usurera y conservadora; también existía un intervención de control por parte del Estado hacia las organizaciones oficiales bajo la tutela de la Confederación Nacional Campesina, sin dejar de lado el poder político detentado por los terratenientes agrupados en la Unión Ganadera. 

En esta trama la educación no era ajena al escenario que vivía el estado ni tampoco a la ventolera de cambios que se da con los movimientos estudiantiles de 1968 y 1971 que repercuten en la Universidad Autónoma de Zacatecas con la llegada de profesores de la UNAM, los que vinieron a generar al interior de la UAZ un debate modernizador de los planes de estudio con el fin de orientar e iniciar un proceso de conocimiento donde los estudiantes asumieron su papel. Los estudiantes universitarios detrás del 2 de octubre de 1968 empiezan a tener conciencia de que el gobierno no pudo solucionar los conflictos estudiantiles, ello fue el inicio de una fuerza que desató que los universitarios marcharan del brazo de los descamisados; de esta vinculación surgió lo que se conceptualizó como la Universidad- pueblo.

La irrupción frentista, en su soplo más álgido, logró dislocar a una economía instalada en el rentismo, logró evidenciar la burocracia y represión del Estado, pues la lucha implicó represión, secuestro y cárcel para activistas y peticionarios. Varias comunidades fueron desalojadas, algunas habían venido solicitando durante 40 años solución al reparto agrario; los desalojos de Morones, El Retoño y La Blanquita fueron la expresión de otras expulsiones, que encerró al Tigre, Tepetongo, Villanueva, la Rubén Jaramillo y Noria del Burro. Las diferentes acciones de lucha conllevaron a involucrarse con movimientos de colonos, vendedores ambulantes, músicos, incluyendo la lucha de los universitarios por incremento de subsidio para la institución.

Algunos de los alcances del FPZ, en su primera década de existencia, fueron la afectación del gran latifundio en el campo; la creación de varias colonias populares y servicios en la ciudad; los universitarios marcharon al lado del movimiento campesino y popular, concibiendo el cambio de pensamiento  de amplios sectores de la sociedad; se construyeron organizaciones autónomas de masas, lo que permitió buscar formas superiores de organización y de lucha para presionar, de manera colectiva, a un gobierno  hostil, participando en la defensa de sus demandas, traspasando a las organizaciones oficiales. Se ayudó a los pueblos por dónde transitar hacia la justicia y libertad; se refutó la opresión, la injusticia, el abuso del poder y la corrupción.

A 49 años del nacimiento del FPZ, éste se configuró como un nuevo actor social en el Estado, obligando al poder a abrir las negociaciones para la tramitación a sus demandas, además de implementar una cultura ciudadana por la democracia. 

Y como lo han señalado varios universitarios, el FPZ hizo alianzas entre los sectores democráticos de la Universidad, los colonos y campesinos; se logró la apertura de los hijos de los pobres a la Universidad, ofertando servicios estudiantiles, cambios en el currículo encaminados a implementar los foros de reforma universitaria de 1971, que explican las reformas posteriores en la UAZ.

A 49 años de la génesis del FPZ, la lucha de hoy se encamina a los efectos nocivos del neoliberalismo y lo que ello conlleva, como lo es la expulsión de los territorios a campesinos por parte de las grandes empresas mineras. El Zacatecas de la década de los setenta nos sigue presentando altos índices de marginación y una cruda violencia e inseguridad, intensidad migratoria, desempleo y bajos salarios.

Podemos finalmente decir que el FPZ cumplió su tarea fundamental: fue una escuela de arrastre ciudadano, comprometido con las libertades democráticas, las demandas de los pobres y la transformación de Zacatecas; hoy no podemos dejar en la oscuridad el movimiento social y campesino. A pesar de sus aciertos y desaciertos, la sociedad zacatecana debe seguir evaluando su transcendencia y limitaciones.

https://ljz.mx/24/01/2023/49-anos-detras-del-fpz/

Fuente: La Jornada, Zacatecas

'Pensar la ciencia' de Bernardo Kastrup



El autor neerlandés, padre del 'idealismo analítico', propugna una nueva concepción científica del mundo en un libro publicado por Atalanta


 BERNARDO KASTRUP

Breve introducción 

La historia de cómo la ciencia y el materialismo metafísico llegaron a entrelazarse es curiosa. En el siglo xvii, cuando la ciencia tal como hoy la conocemos daba sus primeros pasos, los científicos basaban todo su trabajo –cómo no– en la experiencia perceptiva: en las cosas y los fenómenos de su alrededor que podían ver, tocar, oler, gustar u oír. Ese punto de partida es, desde luego, de índole cualitativa. Después de todo, la concreción percibida de la manzana proverbial que cayó sobre la cabeza de Newton, así como su color rojo y su dulzura, eran cualidades sentidas. Todo lo que aparece en la pantalla de la percepción es necesariamente cualitativo. De hecho, el punto de partida de la ciencia –entonces y ahora– es el mundo de las cualidades que percibimos en nuestro entorno. Incluso el resultado de los instrumentos que mejoran la percepción sólo es útil en la medida en que se percibe cualitativamente.

Sin embargo, los científicos no tardaron en darse cuenta de que es muy oportuno describir este mundo eminentemente cualitativo por medio de cantidades, tales como pesos, longitudes, ángulos, velocidades, etcétera. Estas cantidades capturan las diferencias relativas entre cualidades. Por ejemplo, desde un punto de vista cualitativo, un yunque se siente más pesado que una pluma, y esta diferencia en el peso percibido se puede describir convenientemente con una cantidad: un número determinado de newtons. Hoy disponemos de unidades –cantidades– para describir cualquier aspecto discernible del mundo, incluyendo la frecuencia, la amplitud, la masa, la carga, el momento, el espín, etcétera.

Pero entonces ocurrió algo extraño: muchos científicos parecieron olvidar dónde había comenzado todo y empezaron a atribuir una realidad fundamental sólo a las cantidades. Dado que sólo las cantidades pueden ser medidas objetivamente, comenzaron a postular que en realidad sólo la masa, la carga, el momento, etcétera, existían ahí fuera, siendo las cualidades, de algún modo, efímeros epifenómenos –efectos secundarios– de la actividad cerebral que existían únicamente dentro de los confines de nuestro cráneo. Éste fue, en pocas palabras, el nacimiento del materialismo metafísico, una filosofía que –absurdamente– confiere una realidad fundamental a meras descripciones mientras niega la realidad de lo que es descrito en primer término.

Es más, en algún momento entre principios del siglo xvii y finales del xix comenzamos a reemplazar, sin reparar en ello, la realidad por su descripción, el territorio por el mapa. Ahora decimos que sólo existe la materia –esto es, cosas definidas de manera exhaustiva únicamente en términos de cantidades–, mientras que las cualidades de la experiencia, que son todo cuanto tenemos en última instancia, son supuestamente secundarias, reductibles y epifenoménicas. Y nos enfrentamos así al denominado «problema difícil de la consciencia»: la imposibilidad de explicar las cualidades en términos de cantidades. Lo asombroso es que nos sorprenda la intratabilidad de este «problema»: para empezar, definimos la materia como algo puramente cuantitativo –es decir, no como una cualidad–; no es de extrañar, por tanto, que no podamos reducir cualidades a materia.

Esperar que algún día resolvamos el problema difícil de la consciencia es tan absurdo como esperar que el territorio se reduzca a su mapa, o un pintor a su autorretrato. El problema difícil se ha de identificar y rodear, no resolver. Nuestros actuales dilemas metafísicos –además de la historia que nos ha conducido a ellos, tal y como la hemos esbozado– serían cómicos si no fueran trágicos. En apenas un par de siglos nos hemos enredado en nudos conceptuales desesperadamente abstractos y nos las hemos arreglado para perder todo contacto con la realidad.

Si la ciencia consiste en progresar más allá de los dilemas del presente –desde los relacionados con la neurociencia de la consciencia hasta los que tienen que ver con los fundamentos de la mecánica cuántica, que hunden sus raíces en el mismo paso en falso conceptual descrito anteriormente–, hemos de deshacer los nudos y volver a poner los pies en suelo firme. Este libro pretende ayudar a lograrlo.

Las observaciones empíricas de vanguardia son cada vez más difíciles de reconciliar con el materialismo metafísico. Los resultados de laboratorio obtenidos en la mecánica cuántica, por ejemplo, indican sin asomo de duda que no hay un mundo material autónomo de mesas y sillas ahí fuera. Esto, junto con la incapacidad de la neurociencia materialista para explicar la experiencia, nos obliga a reexaminar nuestras suposiciones iniciales y a contemplar otras alternativas. El idealismo analítico –la noción de que la realidad, aunque asimismo susceptible de investigación científica, es fundamentalmente cualitativa– es el principal candidato a reemplazar el materialismo metafísico.

En este libro se analiza de manera accesible el amplio cuerpo de evidencias empíricas y argumentos en favor del idealismo analítico. El volumen consiste en una selección de artículos escritos entre el 2017 y el 2020. Las versiones originales de la mayoría de ellos se publicaron en revistas y diarios prominentes, como Scientific American, Journal of Near-Death Studies, IAI News (la revista online del Institute of Art and Ideas), Blog of the American Philosophical Association y Science and Nonduality, así como en mi propio blog. Se han reunido aquí en un formato adecuado, ordenados y agrupados para facilitar su comprensión.

Los artículos han sido revisados y actualizados, y en algunos casos se han ampliado. A menudo las versiones originales debían acomodarse a preferencias editoriales que no eran las mías, mientras que las que constan en este libro son las que yo prefiero: vendrían a ser el director’s cut, por así decirlo, pues reflejan mi auténtico tono y estilo. También se incluyen dos artículos inéditos: «¿Por qué la naturaleza refleja nuestro razonamiento?» (cap. 23) y «¿Es la vida algo más que física?» (cap. 24).

Los textos aquí reunidos abordan a menudo –aunque no siempre– asuntos ya tratados en mis libros anteriores. Sin embargo, incorporan una mayor claridad en la argumentación desarrollada desde entonces. El presente volumen me ha brindado la oportunidad de tratar temas antiguos de manera fresca, más perspicaz y concisa. En cierto sentido, es un gran compendio de mis ideas: cada capítulo contiene un destilado de al menos una de las ideas que definen el idealismo analítico. La argumentación resultante anticipa una transición históricamente inminente hacia una visión científica del mundo que, aunque acomode con elegancia toda la evidencia empírica y los modelos predictivos conocidos, considera la mente –no la materia– como el fundamento de la realidad.

Más que ningún otro libro mío anterior, éste incluye críticas al materialismo metafísico, al negacionismo de la consciencia, al pampsiquismo y a otros puntos de vista filosóficos y científicos imperantes. En cierto sentido, es un reproche concentrado y punzante –sin miramientos– a la locura que caracteriza nuestra visión del mundo en la actual coyuntura histórica. Lanzo este reproche con la esperanza de que contribuya a cambiar nuestros métodos más disfuncionales, de modo que podamos vivir más cerca de la verdad.

 Fuente : https://www.lavanguardia.com/cultura/20230224/8780594/pensar-ciencia-bernardo-kastrup.html

https://www.lavanguardia.com/

Necesitamos datos de desastres para salvar vidas y guiar la recuperación

 

Necesitamos datos de desastres para salvar vidas y guiar la recuperación

|16 DE FEBRERO DE 2023
Rescatadores buscan sobrevivientes en los escombros en Adana, Turquía, el 6 de febrero de 2023.
Fotografía: ©murat fotógrafo/Shutterstock

Me han horrorizado las noticias e imágenes desgarradoras provenientes de Turquía y la República Árabe Siria después de que los terremotos más mortíferos del siglo dejaran decenas de miles de heridos y muertos.

Estos terribles terremotos han sido particularmente devastadores dada la magnitud de la destrucción que dejaron a su paso.  Pero, desafortunadamente, catástrofes como estas están lejos de ser raras. Durante la última década, los desastres naturales han provocado la muerte de casi medio millón de personas en todo el mundo.

Si bien es posible que no podamos prevenir muchos de estos desastres en los próximos años, podemos mitigar su impacto salvando vidas y haciendo que los esfuerzos de recuperación sean más eficaces.  Y para eso, necesitamos datos oportunos y eficaces en función de los costos con altos niveles de granularidad.

A continuación se presentan tres maneras en que podemos garantizar que tales datos de desastres estén disponibles en situaciones de crisis:

  1. Necesitamos enfocarnos tanto en los fundamentos como en la frontera

Los datos de los gobiernos, como los datos de censos, encuestas, registro civil y sistemas administrativos, continúan brindando la base para estadísticas críticas relacionadas con desastres. Al mismo tiempo, las nuevas tecnologías y fuentes de datos producidas por entidades privadas, como el uso de teléfonos móviles, la actividad en las redes sociales, las consultas en línea, las plataformas de crowdsourcing y las tecnologías de detección remota, pueden ayudarnos a ahorrar tiempo, aumentar la exactitud y mejorar la precisión, que son de suma importancia en situaciones de emergencia.

Para crear sistemas eficaces de reducción de desastres basados en datos, debemos reconvertir los datos privados y combinarlos con los datos públicos para responder mejor a las emergencias.  

Hemos visto que tales esfuerzos han tenido éxito en el pasado. Por ejemplo, después del terremoto de 2014 en Napa, California, la semántica relacionada con el desastre fue extraída de Twitter mediante un algoritmo de aprendizaje automático y se combinó con datos de geolocalización para evaluar con rapidez la escala y el impacto del desastre. De manera similar, los datos de ubicación móvil proporcionados por una empresa privada se han usado para comprender los patrones de movimiento de la población y las tendencias de recuperación después de desastres históricos en la Ciudad de México y Mumbai.

Solo estamos rascando la superficie de lo que es posible a través de la integración de diferentes tipos de datos, pero los impresionantes resultados obtenidos hasta ahora nos obligan a continuar con estas exploraciones.

  1. Debemos invertir en nuestra "disponibilidad de datos" colectiva

La combinación de fuentes de datos innovadoras, plataformas en la nube y el procesamiento rápido y eficiente que posibilitan estas tecnologías permiten a los formuladores de políticas locales, nacionales e internacionales comprender el alcance y la escala de los desastres, estimar la cantidad de personas afectadas y entender la situación en cualquier parte del mundo a partir de datos confiables y objetivos de terceros en cuestión de minutos u horas.  Esto es crucial en situaciones de crisis donde cada segundo cuenta.

El verano pasado, se le pidió al Grupo de Gestión de Datos sobre el Desarrollo del Banco Mundial que realizara una evaluación rápida de daños por satélite de las inundaciones en Assam y Meghalaya, India, mientras las inundaciones aún continuaban. Usando datos de radar de apertura sintética y algún procesamiento en la nube basado en un código que pusimos a disposición del público, pudimos cuantificar la escala del área afectada y la cantidad de personas afectadas en menos de dos horas para ayudar a guiar una acción rápida y adecuada.

Gran parte de esto comienza con la inversión en lo que llamo "preparación de datos", es decir, sistemas de recopilación y difusión de datos, gobernanza de datos, uso y alfabetización de datos, y la preparación de información fundamental antes de que ocurra un desastre. Para habilitar la preparación de datos de manera más amplia, necesitamos formar nuevas colaboraciones para la innovación, así como unir fuerzas para invertir en la capacidad de datos y los sistemas de datos de los países para que puedan anticipar y responder mejor a los desastres. 

  1. Nuestros esfuerzos en torno a los datos sobre desastres deben basarse en el valor, la equidad y la confianza

A medida que exploramos cómo podemos usar estas nuevas fuentes de datos a través de asociaciones colectivas para mitigar los desastres y proteger a los más vulnerables entre nosotros, debemos ser muy conscientes de la necesidad de una gobernanza de datos sólida y salvaguardas contra el uso indebido de datos.

Crear sistemas de reducción de desastres basados en datos que funcionen bien solo es posible cuando los países pueden usar y volver a usar datos públicos y privados, y aprovechar las sinergias entre ellos para crear más valor.   También debemos asegurarnos de que todas las personas y todos los países puedan beneficiarse por igual de los datos.  Igualmente fundamental es crear confianza en la integridad del sistema de datos manteniéndose alerta frente a posibles daños, incluidos los delitos cibernéticos y la discriminación.

Fundamentalmente, debemos trabajar en pos de lo que el Informe sobre el desarrollo mundial 2021: Datos para una vida mejor llama un "nuevo contrato social sobre datos", guiado por los principios de valor, equidad y confianza.

A medida que el calentamiento del clima aumenta la frecuencia y la intensidad de los desastres naturales (i), debemos estar mejor preparados que nunca para salvar vidas y medios de subsistencia, especialmente en los países de ingreso bajo. Un desafío tan extraordinario requiere una respuesta extraordinaria y colectiva.  Y con los datos correctos, podemos hacerlo bien.

Fuente: https://www.blogger.com/blog/post/edit/9079963134670721128/7876867219674907261

https://www.bancomundial.org/es/home

Miscelánea

 Miscelánea

FJCD

2 de marzo de 2023

La historia económica que exhibe el proceso de construcción del Macondistán embrionario, que trajo consigo la modernización sustentada en la estrategia de industrialización de la política, se explica por el subconsciente de quienes han tenido la desgracia de administrar el caserío. La partidocracia que ha construido las instituciones que nos han obsequiado todo el acervo cultural, económico y político de Macondistán, siempre apegados a la jurisprudencia, sentido común, experiencia y visión de futuro, han cristalizado un pueblo digno de copiarlo hasta el fin de los tiempos. No necesitaron prometernos el cielo, nos lo entregaron aun sin solicitarlo.

Gracias a la sagacidad científica del visionario Desiderio Malthus (Macondislandia, 42 mil años aC), primer secretario del Sindicato de Fayuqueros Anexas y Conexos de la República Bananera de Macondislandia y cazador de estrategias de bienestar, es que, gracias a su recolección de lo cotidiano y valerosas crónicas que le llevó a escribir su Historia de la prehistoria: cómo vivir entre ruinas de la posmodernidad, obra en 12 tomos (Amor entre Bonobos Editores, 40 mil años aC) tenemos una foto de cuerpo completo del ombligo del universo como lo fue Macondislandia. En el capítulo de políticas de industrialización, Malthus asentó que, “A las factorías que mostrasen interés en invertir en Macondisland, de acuerdo al monto de la derrama y sector de su interés, será bienvenida la inversión al cabo los semovientes que habitan estas latitudes que se opongan son fácilmente sustituibles. El gobierno obligará a las empresas a rifar playeras con una foto del cráter que dejarán las explotaciones de oro y plata. Pudiendo incluir camisetas con autógrafos del Grupo Caníbal con CD conteniendo todos sus éxitos (sin faltar su hit que les dio el Grammy: Esas piernas ¿a qué horas abren?). Los empresarios mineros serán los héroes de esta película que durará hasta que toda bestia salga despavorida huyendo del progreso. Para terminar de invertir la pirámide poblacional ha venido un embajador ante el que nos despojamos los taparrabos de satín y manta cruda. Porque nuestro cerebro no se ha desarrollado lo suficiente por falta de lecturas.”

En el tomo 8, segundo capítulo (La democracia teocrática), se puede leer “Nadie duda que la inmensidad democrática de Macondisland es ejemplo de la rectitud de todo neandertal inserto en las catacumbas que aligeran las trampas, que ocultan los ases bajo la axila para que sus cuerpecitos no padezcan un hermoso destierro del presupuesto público que sería el más insoportable castigo; nada más aterrador que el exilio de la nómina, ninguna pesadilla peor que no ser llamado a pertenecer al enloquecido esquema de impartición de justicia divina. No importa que las asignaciones de sillones y magistraturas hayan brotado de las aguas negras del sistema o de los humus gubernamentales. La alquimia electorera está garantizada pues fue pactada en hotel de jabón rosita pequeño y lo prioritario es que dejemos trabajar a los magos y sus trucos en paz.”

Ya en el tomo I, (Capítulo 48, Los ídolos del subsuelo), Malthus recupera para la posteridad “Los vejetes, de acuerdo a la administración de Macondislandia, serán

confinados en reservaciones donde serán sometidos a un proceso científico de reeducación para secar en su mente ideas subversivas. Se autoexiliarán en sus artificios mentales donde intenten –vanamente- recuperar la objetividad de la inutilidad de su improductiva existencia. En confinamiento recuperarán la crueldad de la monogamia, la imposibilidad del moralismo. Seres todos que fueron atados en ceremonias multitudinarias invocando vocablos inexistentes como “amor”, “lealtad”, “solidaridad” y olvidando la placidez de la traición. Los asilos (modernos basureros simiescos) para los derrotados de la vida tienen sus ventajas. En solitario se recuperan recuerdos sexuales inexistentes, se practica sexo seguro a los noventa años; se existe con el patrocinio de los recuerdos del pasado y se baila y disfruta con el incendio del árbol genealógico. Todo como una política del Estado de Bienestar, emanado de un vigoroso programa gubernamental: Adoptar un orangután es adoptar a un abuelo. Se parte de la idea de que las primeras mascotas fueron los abuelos bonobos. Nota final: en los asilos se permitirá poseer cromos y crónicas de amores imposibles y dominantes, siempre y cuando carezcan de autoridad moral.”

La última y nos vamos. Alegraos pueblo. Dos días más y habremos abandonado el subdesarrollo del subdesarrollo; dos días más y saltaremos del séptimo mundo y seremos instalados en lo que le sigue al primero. ¡Oh, Dios! ¿En qué te hemos ofendido? No queremos huir del atraso, somos felices en esta promiscuidad ideológica, en esta mística de la jodidez, en la orgía tránsfuga. Señores políticos, el primer mundo es para hedonistas parasitarios, lo nuestro es la comodidad de tener una destartalada cama y soñar que habitamos  el inframundo de Haití. Déjenos ser felices.