viernes, 14 de febrero de 2014

SOBRE EL PROBLEMA DE LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ZACATECAS

A LA SOCIEDAD ZACATECANA
A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA
A LOS EX RECTORES Y LÍDERES UNIVERSITARIOS

A nadie le queda duda del crítico momento que vive la Universidad Autónoma de
Zacatecas, ante los emplazamientos para estallar la huelga de los sindicatos de
académicos y administrativos que han desatado posturas que más que incidir en la
solución del problema financiero y el modelo académico-administrativo, ponen sus
miras en intereses particulares.......

La ausencia de información clara y oportuna por parte del responsable de la conducción
universitaria, en referencia a los avances de la gestión, aunada a las interpretaciones,
algunas con bases desinformadas de comentaristas y editorialistas de los medios de
información y, la también clara intencionalidad expresada en las redes sociales por
algunos universitarios, crean el ambiente necesario para concluir en la “inevitable”
huelga, objetivo que además, se hizo explícito desde diciembre pasado.
La génesis del problema financiero no se explica en sus verdaderos motivos: recursos
limitados y política de crecimiento basada en el déficit. Es preciso tener claro que el
endeudamiento no es privativo de la UAZ ni de la presente administración y que
tampoco, consecuentemente, se generó en año y medio; sino que se ha dado, si bien en una expresión diferente, en las administraciones pasadas, hecho muestra plenamente la insuficiencia de recursos en comparación con los requerimientos exigidos para cumplir con su función social.
Esos déficits se han ido resolviendo con mecanismos y apoyos diseñados
conjuntamente con autoridades federales y estatales, de manera coyuntural; sin
embargo, el problema estructural subsiste dado que se sigue con la misma política que
se generó a partir del crecimiento con cargo al déficit y, si tal es el caso, debe asumirse
de manera corresponsable por los anteriores rectores que han implementado esas
prácticas, ya que los efectos se preveían desde el momento en que se tomó la decisión.
Sin embargo parece que, en ánimos de un revanchismo dado por el resultado del pasado
proceso electoral que se debió en gran medida a sus posturas encontradas, se promueve el estallamiento de la huelga para, derivado del desgaste de la administración actual, tratar de recuperar en alguna medida los espacios de poder perdidos.
La corresponsabilidad es además obligada, dada la significación que se le debe dar a la vida democrática en la Institución de Educación Superior mas importante del Estado,
como ejemplo en la construcción de civilidad y comportamiento democrático, al
aceptar los resultados de una contienda que, bien o mal, desembocó en resultados
legales. Sin embargo, se implementa un proceso en el que se deja de lado el interés
institucional.
Ya se ha vislumbrado, además, la incorporación a la discusión la del modelo
académico-administrativo que sin ser parte de los emplazamientos se puede manejar
como elemento irresoluble, de momento, y alargar potencialmente la huelga. Debemos
reconocer que esa discusión se hace urgente pero con una metodología consensuada a
partir de un diagnóstico objetivo de las deficiencias del actual modelo y la suficiente
claridad respecto a los sesgos que se presentan en el manejo burocrático, característico
de las últimas administraciones, respecto al sentido académico y colectivo que la toma
de decisiones tiene bajo esta estructura del vigente.
Parece, por lo anterior, que, desde nuestra perspectiva, la salida al crítico momento se
puede dar si se asume, que los ex rectores y líderes de grupos político-académicos
pongan por encima de sus intereses particulares el interés institucional con acciones
donde sus habilidades y relaciones se pongan al servicio de la UAZ para fortalecer la
gestión y atemperar el problema financiero buscando una solución estructural y, en esa
misma lógica, promover y concretar el pacto necesario para la revisión y actualización,
de ser el caso, del actual modelo académico-administrativo, tal vez en un congreso
universitario, todo dentro del marco legal con la participación de los órganos
colegiados. De esa manera, creemos, podrían recuperar los espacios que ahora
pretenden a través del mecanismo de la huelga, ya que a la comunidad universitaria y a
la sociedad le convence más el compromiso y unidad para superar la problemática en
lugar de promover la huelga que tiene costos para todos. Solo hace falta la voluntad
política para lograrlo.
Por otro lado, dada la práctica clientelar desarrollada por las administraciones
universitarias, debe considerarse, sin ser un elemento que pueda resolver la situación
financiera, la necesidad de analizar la naturaleza de las plazas laborales, a partir de la
consideración de elementos objetivos, partiendo de la necesidad de las actividades y del
carácter ocasional de personal de confianza que se necesita para un funcionamiento
administrativo adecuado, a partir de la utilización de la metodología de un presupuesto
cero, evitando la contaminación que se pueda dar por el momento del conflicto y por
posturas políticas, todo dentro de los lineamientos propios que establece la Ley Federal
del Trabajo en referencia a la cláusula de exclusión y exclusividad –alguna vez
calificada como inconstitucional por la Suprema Corte- a la que el SPAUAZ ha
renunciado expresamente.
En la propuesta no hay inocencia, se trata de mostrar únicamente que si existe un interés
institucional se pueden encontrar formas de enfrentar la problemática; de aquí el
llamado para que se sumen los universitarios que consideren que la preservación de la
institución es más importante que las aspiraciones políticas de algunos.
Zacatecas, Zac., 13 de febrero del 2012
FUERZA UNIVERSITARIA...

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