La nostalgia se vuelve abandono por la extinción sonora de la temperamental frase: “Honorable Congreso de la Unión”. Frase que nos otorgaba certeza de que el Padre en turno de la Nación lanzaría sobre todos los afortunados que le escuchábamos, un tsunami de realización integral, proyectos contundentes para este país que ya es la locomotora del primer mundo, clases de moral e hidalguía; la fuerza de su ejemplo se esparcía por toda la geografía como un maná, tiempos en que este país se fundía en una sola persona y a su espíritu justicierocorrespondía una obediencia ciega. Tiempos en que por unas horas nos permitíancachondear con la utópica idea de vivir en una versión porno de Wollywood. Ese “Honorable Congreso de la Unión” nos sacaba de las tinieblas, para despertar en el fastidioso mundo desarrollado.
Se acabaron los análisis de semiólogos, de construccionistas del lenguaje y del mensaje subliminal. Se finalizó la era de desmenuzar mensajes encriptados en los fonemas inflexibles y certeros. Se terminó el ritual del mensaje que salía del alma, probo e incorruptible, que nada envilecía y todo era dulzura y agrandaba al dador de vida sexenal. Por ello, y para recuperar las sinfonías de desarrollo, de crecimiento económico, de las sabias lecciones resultado de las acuciosas lecturas de la Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero de Keynes, es que se ha conminado al Rey para que regrese y nos agreda con la lectura de suInforme sobre la situación real que guarda la nación. Las masas aprendieron que haber cambiado la Constitución fue una derrota. El bombardeo de spotstelevisivos y radiales no logra la virtud de llevar a las masas a la gratitud del llanto por tanto desarrollo recibido.
Pero aun sobreviven cúmulos de respetabilidad, por fortuna aun podemos encontrar recintos que salvaguardan la espiritualidad, las virtudes físicas y morales y nos aleja de lo convencional de habitar el Macondo superficial. Superada la formalidad de toma de protesta (matrimonio entre sacrificio &honorabilidad), los neo diputados federales -¿alguien los conoce?- que jubilosos nos representan, se disponen, con todo ese caudal de dominio y monopolio de soluciones a resolver los problemas que afijen a las clases dominantes. Los menesterosos son la continuidad de la promoción antropológica del país, por lo que no deben de contaminarse con indicadores de progreso.
Felicidad gratuita darán (a quienes les identifiquen física e ideológicamente)cuando en pleno proceso de consolidación proletaria vengan a exhibir su disminuido crédito dinerario con su abrigo legislativo repleto de credibilidad, respeto por la plebe y fortaleza de su temperamento para aplaudir el crecimiento de la riqueza de millones, para restregarnos en la espalda que ellos sí lograron, sin demagogia de por medio, regresar a las mujeres a cocinar con boñiga oconvertir a los jóvenes en damnificados económicos. Su preocupación por los migrantes se cristalizará en que rentarán pateras para que los macondianos lleguen sin problemas a las costas de Ciudad Juárez y Piedras Negras. El espectáculo de sirios huyendo a Europa aquí no sucederá porque el grupo parlamentario de Macondo les facilitará el traslado en business class.
Aquí en la cercanía, en el Macondo Profundo, la poesía no termina. Minutos antes de fallecer, la última neurona nos deja su aguda ironía en una sola palabra:enfériate. La traducción libre de esta capacidad literaria para la invención de términos distintivos es múltiple y de suyo cifrado. Enfériate significa la reunificación familiar bajo el paisaje que nos patrocina un logo cervecero y que nos permite pisar instalaciones feriales que son de su propiedad. Enfériatesignifica la continuidad del irreversible proceso civilizatorio del actual gobierno y la integración masiva a la sociedad que desfallece por asistir al festival de la paella.Enfériate es el escenario donde se entremezclan y borran la condición de proletariado y cosmopolita por el impacto visual y táctil de autos antiguos (clásicos, les apodan) cuando la inmensa capacidad de ahorro y demanda de los macondianos están apuntando a la adquisición de uno de helados (de paletas, les llaman) o mazorcas hervidas (de elotes, se les dice).
Enfériate es el pasaporte a la gloria sonora y visual porque, quién es tan arrogante para no asistir y abrevar conocimiento e incrementar el IQ multitudinario ante el despilfarro cultural de tan insólita reunificación de Kabah y OV7. Enfériate es la oportunidad para olvidar, en definitiva, las devastaciones familiares de los mineros de Sombrerete en huelga desde hace ocho años, los cambios drásticos en la vida de pensionados y jubilados a los que acechan con la privatización de la salud pública, de los jóvenes sin futuro. ¡Enferiémonos! que la amargura es para los que no puedan acceder a la pulcritud financiera del Multiforo. Enferiémonos porque ahora son días de charros que nunca montarán al caballo de Nietsche, porque son días de 10 hot-dogs por cinco pesos para deleite de gourmets. Venid macondiano a la feria, que algo de tu condición de jodido aun permanece.
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